Además de las formas más comunes de desastres naturales, existen otros tipos de desastres que pueden beneficiarse de las observaciones mediante satélite.

Desastres tecnológicos que pueden producirse en caso de accidente aéreo o ferroviario, o un accidente en una fábrica, central eléctrica u otra infraestructura de grandes dimensiones. Las observaciones desde satélites pueden usarse para determinar la extensión de la zona del desastre para los equipos de asistencia.

Las imágenes de satélite pueden utilizarse para ayudar en la búsqueda de aviones o barcos perdidos en el océano, si bien esto reviste gran dificultad. A menos que exista alguna indicación sobre dónde comenzar la búsqueda del avión o barco, puede resultar prácticamente imposible localizarlo en la vasta extensión de los océanos.

Los brotes de enfermedades a escala epidémica pueden delimitarse usando imágenes por satélite. Los satélites no pueden ver la enfermedad, pero las imágenes pueden utilizarse en coordinación con informes in situ para obtener mapas de la zona afectada, identificar hospitales locales e infraestructura de respuesta ante emergencias.

Tormentas de arena que pueden entrañar riesgos respiratorios, y algunas tormentas pueden propagar enfermedades a su paso. Las imágenes de satélite permiten seguir el movimiento de las grandes cantidades de arena y polvo que flotan en la atmósfera ayudando a delimitar su impacto actual y predecir hacia dónde podrían moverse.